Como cualquier otro sistema de transmisión de potencia, las poleas que son elementos que realizan esa labor, requieren de cuidado y mantenimiento para alcanzar su tiempo máximo de vida útil, esto permitirá un óptimo funcionamiento que también depende de la adecuada selección, calidad de las piezas y el montaje correcto de la polea.
Mantenimiento y cuidado de poleas
Como cualquier otro sistema, las poleas que son elementos que realizan esa labor, requieren de mantenimiento para alcanzar su tiempo máximo de vida útil
Montaje
Los sistemas de poleas empleados son generalmente aquellos en “V”, éstos deben permitir cierto desplazamiento entre los ejes, es mínimo pero representa un montaje adecuado, la distancia entre los centros debe estar de tal manera que se pueda reducir para facilitar la instalación sin que se comprometan o se maltraten las correas de la polea. Así como debe poder reducirse, la distancia entre los centros debe también tener posibilidad de alargarse para permitir el ajuste de la tensión que se desee. Es por eso que en casi todos los casos se previene un desplazamiento que va de -1.5% para la reducción hasta el 3% para el alargamiento. En el caso de la instalación de poleas que no permiten el desplazamiento de los ejes es recomendable utilizar una polea tensora.
Inspección
La inspección de las poleas tiene que ver con el cuidado de las mismas, revisar las paredes de los canales en búsqueda de grietas o superficies que se muestren aceitosas es importante, la utilización de un Galga para la apreciación del desgaste permite evaluar el estado de los canales. Es realmente necesario revisar y determinar si las paredes de los canales se han visto sometidas a fuerzas excesivas ocasionadas por tensiones no adecuadas de las bandas o desalineamientos; las poleas gastadas pueden llegar a reducir el tiempo de vida útil de las bandas hasta en un 50%.
Alineación
Otro aspecto relacionado al cuidado de las poleas es la alineación, es importante asegurarse de que los ejes se encuentren paralelos entre sí y centrados, además de bien soportados por las chumaceras; se debe revisar que las chumacera se encuentren lo más cercanas que se pueda a las poleas pero permitiendo dejar una amplitud que sea suficiente para realizar las modificaciones imprevistas necesarias.
Los procesos de alineación de las poleas se pueden verificar con gran precisión utilizando una regla, sin embargo existen otros dispositivos mucho más sofisticados para el mismo propósito, como lo son los alineadores láser que están disponibles en varias marcas.
Limpieza
Para limpiar las poleas se puede utilizar un cepillo duro que permita retirar contaminantes sin maltratar las bandas, no se deben usar cepillos que sean excesivamente duros que puedan llegar a rayar las paredes de la polea; es importante procurar que al limpiar las poleas, los canales queden libres de óxido, grasa, aceite o cualquier tipo de elemento o contaminante que pueda ocasionar daños a la polea.
Así como la polea debe limpiarse también debe realizarse limpieza de otros componentes de la transmisión, ya que usualmente el trabajo se realiza en ambientes con elevados contaminantes que afectan al funcionamiento de la trasmisión. Las grasas y aceites reducen el acoplamiento entre la banda y la polea, gracias al ataque químico también contribuyen al rápido desgaste de los componentes; algunos otros desechos como pequeñas piedras igualmente pueden dañar la polea, es importante revisar con mucha atención las ranuras de la polea, que estén libres de contaminantes, de daños y de productos químicos.
Cada vez que se encuentre una señal de desgaste o una falla, la polea debe ser reemplazada para evitar riesgos de fallas inesperadas en la transmisión o la propia banda. Siempre después de la limpieza es necesario que se haga un secado completo de las poleas, así como el desengrasado de la misma; se debe evitar el uso de sustancias que incrementen la adherencia de la rueda con la banda.
Fuente: BRR