Trabajo en altura
Trabajo en altura, claves para una gestión adecuada
El trabajo en altura es una actividad altamente peligrosa que debe despertar la mayor atención de empresas y trabajadores.
El trabajo en altura es la octava causa de notificaciones de accidentes laborales y la segunda en accidentes mortales a nivel nacional, de acuerdo con el Ministerio de Trabajo, quien lo considera dentro del top 10 de las causas más comunes de accidentes laborales.
Muchos de los accidentes que se producen no suelen darse por falta de equipo de protección personal sino porque el sistema de trabajo en altura falló. Además, otro error frecuente es que los trabajadores creen estar protegidos por estar conectados a una línea de vida, pero el estar enganchados no garantiza la seguridad.
Por ello, se debe tomar conciencia de esta realidad y aplicar una adecuada gestión de trabajos en altura que considere diferentes aspectos indispensables para su buen desarrollo.
Una gestión de trabajos en altura se divide en tres fases:
- Identificar
- Planificar
- Ejecutar
Identificar todo en donde se realizará el trabajo. Planear cómo se realizar, la actividad en lugar de improvisar, ya que esto último es causante de accidentes y, por desgracia, es lo que acostumbra a hacer mucha gente. Por último, ejecutar de forma correcta, verificando que todo lo planeado e identificado se cumpla en la realización de la actividad.
Identificar
La identificación tiene 5 puntos importantes como mínimo.
Un primer punto es saber qué trabajo se realizará, como por ejemplo a qué altura ser hará la labor, cuántas personas participarán y en donde estarán ubicadas, etc.; detalles como esos permiten identificar las necesidades que se tendrán posteriormente.
Un segundo aspecto es identificar cuánto tiempo tenemos para realizar este tipo de actividad. Armar y utilizar un andamio tomará más tiempo que utilizar cuerdas.
El tercer punto es identificar el equipamiento y materiales con que contamos para disponer de la solución que requerimos u optar por otra, en caso no la tengamos.
El personal es otro punto de la identificación y es vital. Ellos deben estar realmente capacitados y tener el conocimiento de cómo se realiza la actividad especifica en altura. En la mayoría de los trabajos en altura, sin embargo, las personas no tienen tanto conocimiento.
En algunos lugares der trabajo, lamentablemente, los requisitos son menores en cuanto a la capacitación del personal en trabajos en altura.
En la industria general, solo se indica el llevar capacitaciones, pero no la cantidad mínima de horas, cuántas teóricas, cuántas prácticas, qué contenido.
En minería se establece cuatro horas de capacitación para esta actividad. En cambio, en otros países de Latinoamérica, por ejemplo, exigen ciertas capacitaciones muy estrictas. En Colombia, para operario en altura piden un curso de tres horas teóricas y cinco prácticas; al coordinador, una capacitación de 40 horas teóricas y 20 prácticas.
Por ello es importante, comenzar a capacitar y profesionalizar al personal que hace trabajos en altura.
Un quinto punto es identificar las condiciones del ambiente, como la velocidad del viento, si hay granizo, lluvia o tormentas eléctricas, pues ello también ayudará en la planificación.
Planificar
La planificación ayuda a cómo realizar la actividad. Hay consideraciones clave que deben estar en un plan de trabajo.
El primero de ellos es saber qué puntos de anclaje tenemos y dónde se ubican, ya que es el primer eslabón en evitar una caída.
Se pueden utilizar puntos de anclaje superiores por encima de la cabeza, puntos de anclaje a la altura de los hombros. En caso de no tener uno, se puede aplicar uno temporal, como cintas de anclaje, que se pueden envolver en una estructura metálica y generar un punto de anclaje temporal. Lo importante es identificar los puntos de anclaje y considerarlo dentro del plan, para poder seleccionar el más adecuado en el trabajo que se realizará.
Una segunda consideración clave, como parte de la planificación, es definir qué sistema de trabajo en altura aplicar. Quizá un sistema de retención, para lo cual se buscará un punto de anclaje y elemento de amarre que impidan llegar al borde donde está la caída libre.
En caso sea necesario hacer un trabajo en una torre, se necesitará un sistema de posicionamiento y diferentes equipos. Si no necesitemos armar un andamio, se requerirá un sistema anticaída, por lo que será importante saber qué equipo utilizar.
Si vamos a trabajar en un talud, en lugar de instalar un andamio podemos aplicar un sistema de suspensión por cuerda; así trabajaremos más rápido, tendremos más movimiento y menos costo.
«Podemos ir cambiando nuestro sistema de trabajo en altura dependiendo de los puntos de anclaje que tengamos, de las personas con las que contemos, de su capacitación y de los equipos»
Otro punto clave es seleccionar equipos y materiales de acuerdo con los puntos de anclaje y sistemas. Si hacemos uso de un sistema de posicionamiento, el arnés debe contar con anillos de posicionamiento. Si elegimos un sistema de suspensión, el arnés debe contar con hebilla para suspensión. Es importante también saber si el equipo podrá cumplir con el sistema. De lo contrario, tenemos que adquirir otros equipos o cambiar: utilizar cuerdas o elementos de amarre, por ejemplo.
También debemos saber qué tipo de casco a usar.
«Generalmente los cascos que se utilizan en trabajos de altura no son los adecuados. Un casco debe mantenerse fijo la cabeza y en el rostro»
El plan de emergencia es otro aspecto fundamental que debe tener toda planificación, pues consiste en cómo rescatar o autorrescatar a una persona que sufre una caída en su labor. Se puede pensar que la brigada es uno de los actores que intervienes en esta acción, pero no es así.
Cuando se realiza un trabajo en altura y el trabajador sufre una caída, por el impacto que recibe el cuerpo, queda inconsciente y colgado del arnés inmóvil.
En ese estado se tiene entre 8 a 12 minutos para que no se produzca el síndrome del arnés: la sangre que bombea el corazón se queda en las extremidades y no fluye a otras partes del cuerpo, por lo que puede provocar incluso la muerte.
Hasta que llegue la brigada de emergencia pueden pasar los 12 minutos; por ello, en todo buen trabajo en altura existe un plan para que los compañeros puedan descender a quien se accidentó.
«La acción es simplemente descenderlo, para que cuando llegue la brigada pueda brindarle los primeros auxilios»
«Todo el personal que está en la actividad debe conocer técnicas de autorrescate mientras se espera a la brigada o especialistas»
Ejecutar
Finalmente, la tercera fase de la gestión de trabajo en altura es la ejecución, la cual tiene tres fases.
La primera es la inspección, que consiste en asegurar que todo lo planificado, los equipos a utilizar, los puntos de anclaje a colocar, etc., estén correctamente habilitados para realizar sin problemas la actividad.
La segunda fase es la inspección preuso de los equipos y materiales; es decir, antes de usarlos hay que inspeccionar el arnés, las líneas de anclaje, los conectores y las herramientas.
La tercera fase de la ejecución es el partner check. Consiste en que el compañero con quien se realizará el trabajo revise que realmente nos hayamos colocado correctamente los equipos y elementos como arnés y hebillas, etc. Por ello, es importante que en todo trabajo de altura intervengan al menos dos personas, pues, además, «si le pasa algo a uno, el otro lo podrá auxiliar aplicando el plan de autorrescate».
Fuente de la información: Seguridad Minera