Los rodamientos de rueda son componentes fundamentales en los sistemas de diversas industrias, se encuentran presentes en casi todas las máquinas porque son capaces de soportar elementos de transmisión, así como cargas útiles y ayudan a estabilizar vehículos frente a fuerzas externas e internas. El cometido de los rodamientos es transferir la fuerza desde una transmisión, por lo que es importante que ofrezcan la menor fricción posible.
Los rodamientos y los sensores
El cometido de los rodamientos es transferir la fuerza desde una transmisión, por lo que es importante que ofrezcan la menor fricción posible.
Los rodamientos también son elementos que aportan a la seguridad de los componentes que los emplean, realizan esta labor de distintas maneras pero una de ellas tiene que ver con la velocidad a la que gira el rodamiento y por lo tanto a la velocidad de trabaja una máquina o que avanza un vehículo. Los principales sistemas de seguridad activa como el ABS, el control de tracción o el ESP, conocen la velocidad de rotación de la rueda y gracias a que cuentan con esta información es que sus sistemas de control permiten la rotación corrigiendo la trayectoria, la tracción o la frenada en situaciones de riesgo o en situaciones de emergencia. Esta información proviene justo del rodamiento, el rodamiento es la fuente que brinda los datos para que los sistemas de control puedan entrar en operación; para obtener la información y enviarla es necesario incorporar un codificador que se sitúa detrás del retén. Este elemento se fabrica con chapa de acero y se magnetiza; junto con un sensor, los polos suministran una señal durante el funcionamiento del vehículo o la máquina, ésta señal se procesa como la indicación de la rotación y velocidad.
De acuerdo al tipo de sensor que se utilice se pueden clasificar dos diferentes tipos: sensores pasivos y sensores activos.
Sensores pasivos
Estos sensores también son conocidos como sensores inductivos, ellos suministran una señal de inducción que se representa con forma de línea ondulada en un osciloscopio. Para enviar esta señal deben generarla con ayuda de una bobina que cuenta con un imán permanente, y con un codificado incremental; ambos colocados de modo que existe un espacio entre ellos. Conforme el codificador incremental que tiene forma de piñón se va moviendo, la rueda dentada y el espacio se van moviendo alternativamente por debajo de la bobina, cambiando el campo magnético y creando un voltaje de inducción en la bobina. Este tipo de sistemas se emplean únicamente en velocidades que superan los 7 km/h, por lo que los sistemas más complejos no pueden operar con este tipo de señal de manera eficiente o efectiva.
Sensores activos
Los sensores activos son lo contrario a los sensores pasivos, estos elementos son mucho más modernos y sí son capaces de proporcionar señales hasta que el vehículo o la máquina se encuentran completamente detenidos, esto les permite detectar incluso la dirección en que se está generando la rotación. Su amplia funcionalidad de brinda posibilidades de enviar más señales de la rueda, por lo que se aplica en sistemas como los de bus CAN, así como asistentes de aparcamiento, sistemas de transmisión, navegadores y sistemas de motor.
Los sensores activos de estos sistemas funcionan con el conocido efecto Hall, la señal es suministrada por un codificador multipolar que se puede magnetizar recíprocamente, es situado encima o sobre el rodamiento de rueda. El sensor funciona a través de una tensión de alimentación y puede suministrar la señal de salida de forma digital y ésta puede ser procesada de manera directa por una unidad de control. En un osciloscopio esta señal de un sensor activo se puede ver representada como una señal de onda cuadrada que se muestra en distintas variantes.
Fuente: BRR