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Riesgo químico: identificar y prevenir los riesgos

La evaluación del riesgo químico sigue el esquema clásico de cada evaluación del riesgo pero adaptado a los productos químicos.

El riesgo químico afecta a todos los sectores de actividad a diferentes escalas. Las sustancias químicas nos rodean, desde los productos que utilizamos a diario hasta los procesos industriales que impulsan nuestra economía. Desde un simple producto doméstico hasta el polvo de amianto, la pintura, los disolventes u otros productos decapantes, este riesgo se encuentra en todas partes.

Hoy en día, se producen demasiados accidentes/incidentes relacionados con el riesgo químico en las organizaciones. De ahí la importancia de identificarlo y prevenirlo para protegerse mejor.

¿Cuáles son los marcos normativos vigentes para gestionar los riesgos químicos?

¿Cuáles son los medios y las acciones para identificar y prevenir los riesgos relacionados con los productos químicos?

Desgraciadamente, se han producido varios incidentes y accidentes internacionales relacionados con riesgos químicos que han provocado daños importantes para la salud humana y el medio ambiente.

Cuando se habla de accidentes químicos, suele llamarnos la atención el desastre de Seveso, sobre todo en Europa. En 1976, en Seveso (Italia), una planta química que producía pesticidas y herbicidas sufrió el sobrecalentamiento de un reactor durante el proceso de producción, lo que provocó la liberación de una nube tóxica de dioxina, un compuesto químico altamente tóxico. Los alrededores de la planta resultaron gravemente contaminados y se evacuó a un total de 37.000 personas. La catástrofe tuvo efectos generalizados sobre la salud y repercusiones medioambientales a largo plazo (contaminación del suelo, el agua y la fauna).

Estos incidentes ponen de relieve la importancia de gestionar y regular eficazmente los riesgos químicos para prevenir o mitigar los daños que pueden causar a nuestra salud y al medio ambiente.

Peligros químicos: definición y marcos normativos¿En qué consisten los peligros y riesgos químicos?

En términos de definición, los peligros químicos se refieren a cualquier sustancia química que tenga el potencial de causar daños a las personas, los animales o el medio ambiente, en diversas formas, gaseosa, líquida o sólida. Pueden provocar diversos efectos adversos en la salud humana, como intoxicaciones agudas, enfermedades crónicas, cáncer, defectos congénitos, etc. Además, también pueden causar daños importantes al medio ambiente y destruir algunos ecosistemas.

Los riesgos químicos pueden clasificarse en función de sus propiedades, como inflamabilidad, explosividad, reactividad, corrosividad y toxicidad.

Por otro lado, los riesgos químicos se refieren a la probabilidad de sufrir daños debido a la exposición a un peligro químico. Así pues, las evaluaciones de riesgos se llevan a cabo para determinar la probabilidad y gravedad de los daños asociados a la exposición a sustancias químicas.

Una gestión eficaz del riesgo implica identificar y evaluar los riesgos químicos, aplicar las medidas adecuadas para controlar la exposición y supervisar y revisar la eficacia de estas acciones.

La gestión de los peligros y riesgos químicos es esencial y requiere un equipo multidisciplinar y enfoques que garanticen el cumplimiento de los requisitos y normas reglamentarios.

Marco normativo

Cada país del mundo tiene su marco normativo en materia de riesgos químicos para garantizar la seguridad de los empleados, la comunidad y el medio ambiente.

La Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA) establece las normas de seguridad en el lugar de trabajo, incluida la seguridad frente a los riesgos químicos. La Norma de Comunicación de Peligros (HCS) de la OSHA exige a los empresarios que proporcionen información sobre sustancias químicas peligrosas a sus empleados, incluida formación sobre los peligros de las sustancias químicas y cómo manipularlas correctamente. La OSHA también establece límites de exposición a sustancias químicas en el lugar de trabajo.

En Europa, muchas directivas y reglamentos contribuyen a la seguridad química. Existe la Directiva 67/578/CEE, también conocida como Directiva sobre sustancias peligrosas, y desde 2009 se sustituye por el Reglamento CLP (clasificación, etiquetado y envasado), que se centra en la clasificación, el envasado y el etiquetado de sustancias peligrosas. Y, por supuesto, cuando hablamos de sustancias químicas en Europa, debemos mencionar el Reglamento REACH (Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Sustancias y Preparados Químicos), que establece las normas de seguridad química y regula la producción y el uso de sustancias químicas en la UE. Además, la Directiva 98/24 CE aborda la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos durante el trabajo. Establece requisitos mínimos para la prevención de los riesgos laborales derivados de los agentes químicos, el control de los niveles de exposición y la identificación y evaluación de los riesgos.

Por último, los empresarios deben proporcionar a los trabajadores toda la información, instrucciones y formación necesarias sobre los peligros y la manipulación segura de las sustancias químicas y peligrosas.

Identificación de sustancias químicas y sus peligros

La identificación de los productos químicos y sus peligros es la base de las evaluaciones de riesgos y permite aplicar las medidas de gestión de riesgos adecuadas.

En el caso de los productos químicos, como ya se ha mencionado, existen varias clasificaciones reglamentarias y normativas globales para la identificación de los peligros fisicoquímicos. Por lo tanto, identificar correctamente los productos utilizados en sus actividades es esencial para evaluar sus riesgos e impactos.

En general, existen unas bases comunes de comunicación de los peligros químicos y son facilitadas por el proveedor a través de dos medios obligatorios y reglamentarios. Son el "etiquetado" y la ficha de datos de seguridad (FDS) del producto.

El etiquetado del producto proporciona información esencial sobre el mismo. Permite identificar rápidamente los peligros y todas las precauciones necesarias que hay que aplicar al utilizar el producto. "La identidad del proveedor, el nombre del producto, los pictogramas de peligro del SGA, la palabra de advertencia, las indicaciones de peligro, los consejos de prudencia (relacionados con el almacenamiento, la manipulación, el transporte y las medidas a adoptar en caso de accidente), otra información complementaria relacionada con la fecha de caducidad y otros requisitos reglamentarios de etiquetado en función del país en el que se fabrique/utilice el producto" son información obligatoria para la etiqueta del producto.

Además, las fichas de datos de seguridad de los productos proporcionan información detallada y adaptada sobre la prevención de riesgos relacionados con el uso de productos químicos. Se trata de un documento complementario a la etiqueta que contiene esta información adicional:

  • Una descripción completa de los agentes y sustancias químicas y de todos sus peligros relacionados
  • Las medidas de primeros auxilios que deben adoptarse en caso de accidente
  • Las precauciones de seguridad durante el uso, almacenamiento, eliminación o incluso transporte del producto y todos los demás requisitos reglamentarios.

Toda esta información es necesaria para llevar a cabo con éxito una evaluación de riesgos rigurosa y completa en relación con los productos químicos utilizados en el lugar de trabajo, y para aplicar eficazmente todas las medidas preventivas para proteger a todas las partes interesadas.

¿Cómo prevenir el riesgo químico?

La evaluación del riesgo químico sigue el esquema clásico de cada evaluación del riesgo pero adaptado a los productos químicos, hablamos de los 9 principios generales de prevención.

Es importante desarrollar un plan de prevención de riesgos basado en cada principio y tener en cuenta tres aspectos: humano, material/equipos y organizativo. Es esencial tener en cuenta los tres aspectos en la evaluación de riesgos, para evitar consecuencias e impactos negativos entre los aspectos.

He aquí algunas buenas prácticas que pueden aplicarse para evitar la contaminación química o cualquier otro incidente o accidente:

En el ámbito humano

  • Formación: los empleados deben recibir formación sobre las normas básicas de seguridad dentro del establecimiento (con una renovación mínima anual para los empleados fijos). También debe adoptarse y aplicarse formación específica relacionada con el riesgo químico como módulos adicionales para el personal afectado.
  • Aumentar la sensibilización: hay que establecer una cultura de la seguridad para concienciar a los equipos sobre la prevención de riesgos químicos.

En el aspecto técnico

  • Ventilación continua de las áreas: permite limitar la concentración de contaminantes químicos en la atmósfera de trabajo, gracias a la renovación del aire de la zona y a la captación en la fuente por los equipos de protección colectiva.
  • Proporcionar equipos de protección colectiva: basado en la captura en la fuente de contaminantes químicos, los equipos de protección colectiva protegen a los operarios en su puesto de trabajo y a todo el personal afectado presente en la misma zona, por ejemplo, las campanas de extracción.
  • Suministrar EPI (equipos de protección individual): como guantes, gafas de seguridad, mascarillas, respiradores, etc. Todos los empleados deben recibir formación y saber cómo utilizar todos los EPI necesarios.
  • Equipos e instalaciones de almacenamiento: El almacenamiento de productos químicos debe prepararse y evaluarse rigurosamente. Se realiza una evaluación de riesgos exhaustiva para evitar posibles incidentes. Se pueden tomar muchas medidas, como la ventilación mecánica, para garantizar que el aire se renueve siempre y evitar la acumulación de contaminantes químicos.

A nivel organizativo

  • Vigilancia y control de la exposición: seguimiento del nivel de exposición a sustancias químicas para garantizar que las medidas y controles aplicados (identificados durante la evaluación de riesgos) son eficaces y los trabajadores no están expuestos a niveles peligrosos de sustancias químicas. La vigilancia se realiza a nivel atmosférico, personal y biológico, y el análisis corre a cargo de un tercero.
  • Mantenimiento y control periódico de los equipos: El mantenimiento periódico tiene por objeto garantizar que los equipos sean siempre eficaces y cumplan la normativa interna y externa, o que no presenten ningún riesgo adicional debido al desgaste o a un mantenimiento deficiente.
  • Aplicación de una política de gestión de residuos especiales: Los residuos químicos pueden dañar enormemente el medio ambiente y la salud humana. Por lo tanto, clasificar y tratar cuidadosamente los residuos químicos es extremadamente importante y esta responsabilidad está en manos del productor de residuos.
  • Aplicación de procedimientos de emergencia (evacuación, experimental): Es importante que se apliquen procedimientos de emergencia y que las personas reciban formación sobre situaciones peligrosas. Aunque todos los riesgos estén controlados, pueden producirse accidentes, y los empleados deben saber cómo comportarse cuando ocurre un suceso desafortunado.

Existen herramientas que pueden utilizarse para mejorar y ayudar en la evaluación de riesgos y el plan de prevención de riesgos. La tecnología digital permite evaluar los riesgos laborales, archivar y garantizar la trazabilidad de las acciones. Además, una herramienta digital puede interactuar con otros programas existentes y herramientas de control normativo para garantizar el cumplimiento y la mejor aplicación de cualquier producto químico. Los módulos preconfigurados también permiten la autoevaluación y garantizan la conformidad de todos los procedimientos con las leyes y normativas para asegurar una gestión impecable de los riesgos químicos.

Los riesgos químicos son importantes en el lugar de trabajo ya que pueden causar diversos efectos sobre la salud. Las organizaciones pueden prevenirlos aplicando las mejores prácticas de prevención de riesgos químicos para garantizar la seguridad de los empleados y del medio ambiente. Las herramientas de autoevaluación, las leyes y reglamentos, y las normas internacionales como la ISO 11014, pueden ser de gran ayuda en el desarrollo del plan de prevención y de un proceso de mejora continua.

Fuente: Blog QHSE

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