Tener un sistema de refrigeración industrial o comercial es vital para el correceto funcionamiento de las empresas. Sin embargo, también es importante escoger aquel que mejores resultados arroje a tu tipo de negocio. Antes de llegar a los detalles, hagamos un recuento general de los beneficios de tener un sistema de refrigeración.
Beneficios de tener un sistema de refrigeración adecuado a tu empresa
Beneficios de tener un sistema de refrigeración adecuado a tu empresa para una mayor eficiencia y reducción de costos
Enfriamiento
Si partimos desde lo obvio, el frío es la característica principal de un sistema de refrigeración. Su importancia radica en que, gracias a su uso, se pueden mantener temperaturas óptimas para el mantenimiento adecuado de los productos o el equipo de la empresa.
Existen diferentes tipos de sistemas de refrigeración, pues las necesidades de cada compañía son distintas.
Refrigerante
Algo que quizá se comenta poco, es que estos sistemas no solamente ambientan con bajas temperaturas algunas zonas en específico, sino que llevan a cabo un proceso más complejo.
Esto es debido al refrigerante que consigue absorber el calor de los productos o equipos en cuestión para finalmente expulsarlo del ambiente.
Humedad
Otro de los beneficios de un sistema de refrigeración y que, dependiendo del giro de tu negocio, será más o menos importante para ti.
En este caso, mantener los productos con cierto grado de humedad puede ayudar a conservar ciertas propiedades, por lo que es una herramienta muy útil.
Beneficios de implementar adecuadamente un sistema de refrigeración
Como ya vimos, la utilidad de este tipo de herramientas, en general, parece ser la misma en cada caso, aunque esto es una verdad a medias.
Escoger el sistema de refrigeración más adecuado para tu negocio te dará óptimos resultados para el tipo de industria en la que estás, además de un beneficio energético adicional.
Hablamos de:
- Conservación impecable de productos alimenticios. Ya sea que se trate de lácteos, carnes, vegetales o cualquier tipo de alimentos, un sistema que garantice, por ejemplo, una humedad específica, mantendrá en perfecto estado los productos de esta industria.
- Purificación. Igual que en el punto anterior, un sistema de refrigeración también puede ofrecer un nivel específico de pureza del aire, como en el uso de cámaras frigoríficas.
- Temperaturas específicas. Hay giros comerciales que requieren de ciertos grados centígrados con precisión para su correcto desempeño y hasta para la disminución de riesgos, como la industria química o la petrolera.
- Equipos en óptimas condiciones. El uso constante puede calentar en exceso tanto a computadoras como a plantas de energía. Si esto sucede, la integridad de los bienes de la empresa está en riesgo, por ello, la importancia de escoger un sistema que, por ejemplo, trabaje en horarios específicos.
- Consumo energético. Los sistemas de refrigeración han mejorado con el paso de los años con la intención de ofrecer la máxima calidad al menor costo posible. Por esa razón, escoger adecuadamente el sistema, te ayudará a disminuir costos a la hora de utilizarlo.
Tipos de sistemas de refrigeración
Existe una gran diversidad de industrias que requieren de este tipo de herramientas. Evidentemente, los congeladores para hielo no son iguales a un aire acondicionado.
Sin embargo, podemos dividir los sistemas en en dos grandes sectores:
- Aire. Es el más común y con el paso de los años, este sistema ha añadido más características a su concepto básico. Por ejemplo, puede complementarse con turbinas o ventiladores para modificar el flujo del aire en cada espacio.
- Evaporadores. La intención de este tipo de sistemas es asemejar el proceso de enfriamiento que ocurre de forma natural en el medio ambiente. Entre sus ventajas está su adaptabilidad en espacios reducidos.
Independientemente del sistema de refrigeración que te atraiga más, debes tener en mente las diferencias que tiene cada uno.
Escoger adecuadamente te permitirá ahorrar dinero y prevenir pérdidas en tus productos.
Similitudes y diferencias
Como vimos, existen alternativas en este rubro pero, ya sea que hablemos de un aire acondicionado o una cámara frigorífica, todos ellos llevan un proceso similar para lograr el objetivo.
Sin embargo, lo que debes tener en cuenta es que cada proyecto es único debido a las características tanto de espacio como del material o producto que debe ser refrigerado.
Son esas diferencias las que marcan la pauta sobre el tipo de instalación que debe hacerse y también sobre cuál sistema de refrigeración debe emplearse en cada caso.
Por lo tanto, siempre deberás contar con asistencia de expertos para elegir e instalar aquel sistema de refrigeración que mejor se adapte a tus necesidades y que vaya acorde a tus instalaciones.
Para poner un ejemplo, el sistema Waterloop se destaca no sólo por cumplir apropiadamente sus funciones, sino por su bajo costo de instalación y su gran ahorro de energía.
Fuente: Techno Buildings