Artículos | Motores | Mantenimiento

¿Cómo prevenir averías en motores hidráulicos?

Así podés la forma de evitar fallas en motores hidráulicos y la forma de solucionarlas si es que ya ocurrieron.

Los motores hidráulicos, como cualquier otra maquinaria industrial, requieren de una revisión y un mantenimiento rutinario. Hablamos de tomar medidas como utilizar fluido hidráulico de calidad, controlar los distintos niveles, cambiar los filtros y revisar el estado general del sistema, todos puntos de suma importancia para evitar que el equipo tenga problemas.

Siete medidas de mantenimiento preventivo para motores hidráulicos

1. Revisión del aceite, su depósito y los filtros

El aceite es fundamental para el funcionamiento de la máquina. Revisar el depósito donde está alojado es importante. Si este contenedor no está limpio, puede generar consecuencias que afecten a todo el sistema, como no regular la temperatura sino generarla. El calor puede no solamente deteriorar al mismo fluido, sino provocar fallas y roturas.

Una vez retirado y filtrado el aceite, el depósito debe limpiarse para asegurar la eliminación de todos los componentes sólidos y de agua. Cuando vuelve a cargarse con fluido, hay que hacer que este circule por todo el sistema para limpiar caños, válvulas, cilindros y demás. Cuando este proceso acabe, hay que sustituir los filtros, ya que estarán colmados de suciedad.

Es importante no dejar de lado el filtro de aire o el respirador desecante del depósito. Estos son los primeros encargados de que las piezas contaminantes no entren al sistema. Es muy probable, y esto depende de la ubicación del filtro y de la contaminación del entorno, que se deba reemplazar varias veces al año.

2. Inspección del intercambiador de calor

Hay distintos sistemas relacionados a la temperatura y al enfriado del motor hidráulico. El intercambiador de calor con agua (de carcasa y tubos) es uno de ellos. El aceite circula por fuera de los tubos, mientras que el agua va en dirección opuesta dentro de esos caños. De esta forma, la temperatura se controla.

Hay que atender a las cantidades y a su pureza: para que el sistema funcione correctamente, se necesitan cuatro partes más de aceite que de agua. Además, si el fluido no está limpio, es posible que pierda eficacia.

Otro sistema de disipación del calor es el de los ventiladores. En este caso, hay que asegurarse que el ventilador está programado para encenderse a los 50 °C del motor hidráulico y se apague a los 40 °C. No hay que perder de vista que las aletas estén libres de impurezas (la forma de darse cuenta es analizando si se ve luz entre ellas).

3. Verificación de los interruptores de temperatura

El aceite se empieza a degradar a partir de los 60 °C. Si consigue 70 °C, puede avanzar rápidamente la reducción de su vida útil. Además, los setenta grados son señal de que algo no está funcionando correctamente. Esta anomalía puede darse por una falla en el sistema de refrigeración o en una sobrecarga de fluido en el sistema.

El interruptor de temperatura es muy importante para poder detectar si se da un aumento de calor por sobre el límite de los sesenta grados. De esa manera, se puede regular la bomba o revisar el enfriador para impedir la degradación del aceite.

Una observación: otro indicador de mal funcionamiento de la bomba de estas características es la baja en la presión del fluido. Este es otro dato que puede dar señal de problemas.

4. Revisión del acumulador

En esta etapa, primero hay que verificar si el acumulador tiene un nivel de carga adecuado. Este debe ser con nitrógeno seco desde la mitad hasta los dos tercios del ajuste del compensador de la bomba. Para controlar este nivel, se puede aplicar un dispositivo de carga con manómetro.

En segundo lugar, hay que determinar si su funcionamiento es correcto. Se realiza con una pistola de temperatura. El truco es que la mitad inferior esté más caliente que la mitad superior. Si ocurre que solo hay calor en la parte de abajo, es posible que el acumulador esté sobrecargado. Si no hay calor, se está en un problema porque puede que hayan fallado los sellos del pistón o puede que la precarga esté mal aplicada. Si el caso es que el calor está solamente alojado en la parte superior del acumulador, significa que la carga es insuficiente.

5. Salud de las mangueras

Revisar las mangueras es muy importante. En primer lugar, hay que determinar si las dimensiones de estas son las adecuadas. Luego, hay que verificar que las mangueras no tengan roces u otras formas de desgaste irregular. Para solucionar aquellos problemas, es posible que se tengan que utilizar fundas o soportes.

6. Revisar las abrazaderas

Hay que revisar que todas las abrazaderas sean las adecuadas. Por lo general, no se recomiendan las que tienen forma de U y se cierran con tornillos, porque pueden absorber el choque generado en los caños. Además, hay que chequear que de una abrazadera a otra haya aproximadamente un metro y medio de separación, y quince centímetros hasta el punto de separación de tubería.

7. Inspección de las válvulas

Todo motor hidráulico cuenta con válvulas como las de alivio en bombas compensadoras de presión, las de purga de cierre o las de descarga del acumulador, entre otras. El funcionamiento de estas válvulas es esencial para el equipo, por lo que es importante verificar que se cierren cuando deben y no tengan ningún tipo de fuga.

Dejá tu comentario