Una de ellas es que la imprevisibilidad, la falta de controles y la desidia, son tres hermanitas que pueden caminar juntas de la mano, por cualquier ciudad de nuestro planeta, no siendo exclusivas de los países de bajo desarrollo.
Cuando el mantenimiento correctivo es llegar tarde
Semanas atrás, el colapsó en Surfside, Miami, saturó de espanto nuestras emociones, dejando un sinnúmero de lecturas para evaluar de aquí en adelante.
Otro ejemplo de ello es la caída del teleférico Stessa- Mottarone, en la región del Piamonte, que ocurrió el 23 de mayo y dejó 14 víctimas, al no haber podido accionar el freno manual, ya que el mismo estaba anulado por falta de mantenimiento.
Y así, podríamos llenar de ejemplos centenares de páginas, y llegar a la cómoda conclusión de interpretarlos como accidentes, cuando en realidad son incidentes causales, donde el factor humano suma los máximos porcentajes de responsabilidad.
El mantenimiento correctivo es siempre llegar tarde, sobre todo, cuando el activo destruido es una vida humana.