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Cambio climático: ¿Cuáles son los retos para las empresas?

La descarbonización de las empresas es una de las principales tareas para mitigar los impactos que hoy día sufrimos por el cambio climático

Los impactos del cambio climático han hecho que las organizaciones establezcan nuevas estrategias para lograr la llamada “descarbonización”, se trata del proceso de reducción de emisiones GEI producidas por la quema de combustibles fósiles. Esto se extiende a los diversos sectores y sus sistemas energéticos, incluyendo a las industrias de extracción de carbón y de combustibles fósiles, el transporte de mercancías, entre otros.

¿Qué es la descarbonización? ¿Qué medidas hay que tomar?

El concepto de desarrollo sostenible ha evolucionado en los últimos años, inicialmente se hablaba de un tema voluntario. Ahora se trata de un tema de cumplimiento reglamentario en materia ambiental, sobre todo en lo relacionado con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En uno de los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), se indica que “Una reducción sustancial y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero permitiría limitar el cambio climático”.

Desde 1850 el ser humano ha emitido 2.5 billones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Según el Global Carbon Project América Latina emite solo un 5% de CO2 del total, por ejemplo la Unión Europea corresponde al 8% y Estados Unidos al 15%.

¿Qué es la descarbonización?

La descarbonización hace referencia a las medidas técnicas y operacionales puestas en marcha para reducir la huella de carbono de las organizaciones, se trata de una transición hacia actividades con bajas emisiones de carbono teniendo en cuenta la energía.

Existen tres tipos de emisiones:

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Fuente: Global Climate Initiatives

Las emisiones de gases de efecto invernadero de las organizaciones se dividen en directas e indirectas. Aquellas de alcance 1 corresponden a las emisiones que la organización produce directamente, por ejemplo, la calefacción, las emisiones de los carros de la empresa. El segundo alcance habla de las emisiones indirectas y aquellas relacionadas con el consumo de energía. Por último, el alcance 3 corresponde a las emisiones indirectas, generalmente allí se encuentran la mayor parte de las emisiones producidas por las organizaciones, debido a las compras, los servicios, la distribución, entre otros.

¿Por qué es importante la descarbonización de la cadena de suministro?

La cadena de suministro es responsable del 50% de las emisiones globales, las materias primas son la base de las organizaciones, se escogen de acuerdo a criterios de calidad y precio. Sin embargo, los nuevos modelos de consumo han acelerado la producción en masa, lo cual ha generado una mayor presión sobre los recursos naturales y un porcentaje de emisiones de GEI más alto a nivel global.

Las consecuencias se deben al transporte, muchas veces nos abastecemos de materiales que vienen de diferentes partes del planeta, el 36.3% de las emisiones de América Latina son originadas por el transporte. La complejidad inicia cuando los proveedores son internacionales, hoy en día no hay un solo sector que no sea responsable de las emisiones de GEI, por ejemplo, la construcción es responsable del 10% de las emisiones mundiales.

¿Cómo medir las emisiones de CO2?

Existe una familia de normas ISO que facilitan la comprensión de temas de gestión ambiental, enfocada en el análisis de ciclo de vida (ACV) de productos, la ISO 14040:2006 . Esta norma presenta las diferentes fases para el análisis, en mi experiencia se trata de una herramienta clara y precisa.

Un ACV cuenta con 4 fases principales:

  • Definición del objetivo y el alcance
  • Análisis del inventario
  • Evaluación del impacto ambiental
  • Interpretación

Generalmente cualquier producto presenta las siguientes fases:

  • Aprovisionamiento de las materias primas
  • Fabricación
  • Distribución comercialización
  • Utilización
  • Reciclaje

Por cada una de las fases de un producto debemos tener en cuenta las entradas y salidas, es decir el consumo de agua, electricidad, gas y otros recursos, las emisiones de agua/gases y los residuos. Incluso podemos contar con un coeficiente de CO2 relacionado con la producción de la “materia prima”, por ejemplo, hoy podemos determinar la cantidad de CO2 que emitimos al consumir una tonelada de papel. Un estudio realizado a 252 fábricas de Estados Unidos arrojó que por una tonelada métrica de papel se generan en promedio 942 kg de dióxido de carbono equivalente (kg CO2eq) de emisiones de GEI.

Hoy es posible determinar las emisiones de GEI directas e indirectas de un producto, solo es necesario conocer las cantidades consumidas y contar con una base de datos con el CO2 equivalente. Incluso es posible determinar el impacto que genera la gestión de los residuos, existen coeficientes que nos dicen cuánto CO2 se emite por el reciclaje de papel, cartón, hierro, madera, además es posible determinar las emisiones de la disposición final de los residuos peligrosos y los inertes no peligrosos.

¿Cómo reducir la huella de carbono de su empresa?

Tecnologías verdes

Las tecnologías verdes se encuentran en constante evolución, se trata de herramientas respetuosas del medio ambiente que buscan reducir los impactos negativos de las formas de producción. Según un estudio de las Naciones Unidas las inversiones en este tipo de tecnologías en 2017 fue de 200.000 millones de dólares, además 2.9 billones de dólares fueron invertidos en fuentes de energía renovables (paneles solares y estaciones eólicas). El camino hacia la utilización “cero” de energías fósiles es largo, los retos se hacen cada vez más grandes, por ello debemos buscar tecnologías alternativas. Por ejemplo, la captura de CO2, la utilización de hidrógeno, la producción de energía a partir de la metanización.

Buenas prácticas

  • Electricidad

Debemos reducir la cantidad de CO2 que se libera a la atmósfera como resultado del transporte y la generación de electricidad. Ya que, el 86% de las emisiones de CO2 vienen de la quema de combustibles fósiles. Es primordial establecer alternativas que reduzcan el impacto y traigan beneficios económicos:

  • Escoger proveedores de energía procedente de fuentes renovables
  • Instalar detectores de consumo por área de producción
  • Inspeccionar los equipo y máquinas para evitar fugas
  • Reemplazar las máquinas antiguas por equipos de eficiencia energética
  • Realizar mantenimiento al sistema de calefacción y aire acondicionado
  • Instalar paneles solares
  • Contar con indicadores y registros de consumo
  • Realizar auditorías energéticas (ISO 50001)

  • Formación y sensibilización

Las organizaciones deben fomentar en sus empleados buenas prácticas de consumo de recursos como el agua, electricidad y papel, por ejemplo:

  • Apagar las luces, la calefacción o el aire acondicionado cuando no sea necesario
  • Disminuir la impresión de documentos en papel
  • Favorecer la digitalización de los documentos
  • Realizar una correcta separación de residuos para favorecer su reciclaje

¿Cómo la digitalización ayuda en la descarbonización?

Existen diferentes métodos para efectuar el Análisis de Ciclo de Vida, realizarlo en excel o en papel es tedioso y reduce la fiabilidad de los datos, sin embargo, existen herramientas como software dedicados que facilitan esta tarea.

Digitalizar su ACV le permitirá centralizar la información de las materias primas utilizadas, además podrá determinar cuál es la fase que genera más emisiones, y de este modo establecer acciones correctivas y preventivas. Una herramienta digital dedicada almacena la información y la relaciona directamente con su plan de acción global, del mismo modo genera estadísticas y gráficos automáticos para evidenciar el avance de las acciones y el cumplimiento de los KPIs relacionados.

Una herramienta digital puede contener todos los registros de consumo por área de producción, así como un mapa de la empresa con valores en tiempo real. Esto podrá determinar los lugares donde pueden haber fugas de corriente.

Toda la documentación en materia ambiental será centralizada en un solo lugar: los diagnósticos, los formularios, los procedimientos, las auditorías energéticas, la evaluación de impactos ambientales (ISO 14001), el análisis de ciclo de vida de productos e incluso las certificaciones.

Un software dedicado facilita a los responsables la toma de decisiones, permite controlar la normativa, las prioridades de los inversores y todos los factores que la organización quiera priorizar para lograr un cambio en temas ambientales. Desde el seguimiento de las emisiones, el control del uso de los recursos naturales, cuantificar el impacto de las actividades, seleccionar y gestionar los proveedores y trazar estrategias de sostenibilidad.

Fuente: Blog QHSE

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